Angustia, incertidumbre y preocupación.

Cuando estos estados de ánimo se materializan mayoritariamente en los ciudadanos de una nación, es deber ineludible de los mismos, entender estas razones, comprender su significado y pensar en los modos y formas de salir de esos estados de postración.

Es necesario entonces activar los mecanismos propios de las instituciones afín de evitar la profundización de estas circunstancias.

Cuando en un país, la economía adquiere un comportamiento descontrolado, la justicia provee protección a la corrupción y la política no acierta en dar respuesta a la ciudadanía se advierte claramente la tormenta que asoma sobre nuestro futuro.Justamente, cuando se advierte que se compromete el futuro de los ciudadanos de una nación, es obligación de los mismos revelarse ante esa realidad para corregirla y devolver la esperanza y credibilidad.

¡Esperanza, credibilidad y fe en que el suelo y la patria que parieron nuestros abuelos siga siendo la nuestra y la de nuestros hijos!

¡La indolencia es un grave pecado social, por eso desde ARPA reflexionamos invitando a nuestros socios y a la ciudadanía en general, a dejar de ser habitantes de un suelo y convertirnos en ciudadanos de una Nación!

 

22 9 2020